martes, 14 de enero de 2020

LA TIERRA ARDE EN LLAMAS.


MUNDO QUE ARDE EN LLAMAS. La orgía más cara de la historia.
Tambores y clarines de guerra sonando siempre fuerte.
¿Que se dirá de nosotros y de este tiempo dentro de cien años? Ojalá que para entonces no hayamos vuelto a la edad de piedra.
Nací a la mitad del siglo XX. Recién había llegado la luz eléctrica al pueblo. Mi padre fungía como telegrafista. De 6 años iba a hacer citatorio telefónico a personas llamadas a hablar por teléfono. Hora exacta para conectar a San Salvador, persona a persona.  Postes torcidos y cables llevaban por clave de Morse el servicio telefónico y telegráfico. ANTEL. Telegramas en papel.
El inicio de año supone un ejercicio casi obligado de repasar lo ya acontecido y pensar en lo que viene. La entrada del 2020 me hizo recordar algunos momentos culturales y sociales importantes de hace cien años y que contrastan con el tiempo actual.
Recién yo nací en 1950 había finalizado la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, Los nuevos inventos de la humanidad comenzaban a deslumbrar a científico y gente común.
-           Oí Fidelia, dice la PRENSA GRAFICA, que en el futuro las gentes se van a comer unos a otros por el hambre que viene. Comentaban mi abuela y tía abuela, mientras comentaban las noticias. Yo curioso oía.
-          Sí. La gente se va a ver cada a cara cuando hablen por teléfono. Decía Maria Argueta, mi tia abuela.
1920
Ocurrieron mil cosas más, pero la estrepitosa caída de la bolsa en los Estados Unidos, el «Martes Negro» del 29 de octubre de 1929, rompió con el hechizo de euforia de la década de los 20. Cientos de personas perdieron sus fortunas y los bancos quebraron. Las consecuencias se dejaron percibir en el mundo entero y millones de personas perdieron sus trabajos, entrando en la Gran Depresión de los años 30 y que conduciría, casi como fatalidad, a la II Guerra Mundial.
El artículo de Scott Fitzgerald, escrito en 1931, termina con una reflexión nostálgica de una década que sin duda fue próspera e intensa: «… la orgía más cara de la historia se terminó (…) porque la total confianza, que era su apoyo esencial, recibió una terrible sacudida y a la endeble estructura no le llevó mucho tiempo venirse al suelo. Al cabo de dos años, la Era del Jazz parece tan lejana como los días anteriores a la guerra. Era un tiempo prestado, en cualquier caso. (…) Ahora tenemos apretado el cinturón una vez más y ponemos la expresión de horror adecuada cuando volvemos la vista hacia nuestra desperdiciada juventud. (…) Y todo eso nos parece rosado y romántico a nosotros, que entonces éramos jóvenes, porque no sentiremos tan intensamente lo que nos rodea, nunca más».

1970
Billy Graham, predicador USA escribe este libro:
El mundo en llamas
El autor dice que, los occidentales tenemos varias formas de democracia basadas en la creencia en Dios así como en la aceptación general de la ley moral. Sin embargo, en la práctica estamos empezando a parecernos a otros que tienen poco respeto por la ley moral o la religión. Estamos preocupados por las cosas materiales. Nuestro dios supremo es la tecnología; nuestra diosa es la sexualidad. ¡Hoy el mundo entero está en llamas!.

MUNDO QUE ARDE EN LLAMAS.
Ahora avanzamos en el siglo XXI, a una nueva década de años 20, con un mundo que arde en llamas (literalmente), donde convivimos con lo tecnológico de maneras que hace cien años no eran ni imaginadas y con un ánimo global de rabia, agitación, insatisfacción y cinismo, con tambores y clarines de guerra sonando siempre fuerte.
¿Que se dirá de nosotros y de este tiempo dentro de cien años? Ojalá que para entonces no hayamos vuelto a la edad de piedra y que la humanidad haya podido evolucionar hacia una realidad más benévola que la del presente.
Gracias a las redes sociales, Henry Burgos, opina a nivel mundial. La vida es una locura en 2020. Quien puede detener a los matones, locos gobernantes. El planeta Tierra es único no tiene sustituto. ¡Hay que salvardo¡. Recomiendo ver la película EL DÍA QUE SE DETUVO LA TIERRA.
Es presente escrito es un híbrido de Esculo, opinión LPG y Kike.