domingo, 29 de diciembre de 2019

VISIÓN 2020


2020: cambios de poder y tendencias globales. “Jungla de matones.”
. “Líbrese quien pueda”
Arribando a mis 70 años me encuentro ya en la última etapa de mi vida; y me hallo con un escenario mundial que aterra. Pero yo confiado en mi futuro inexorable: La eternidad. Los que se quedan si tienen que pensarlo  varias veces; y nada pueden hacer para cambiar sus vida ni el futuro.  Aquí en El Salvador, pensando.
Transcurren los últimos días de la segunda década del siglo XXI, en un mundo que cambió aceleradamente en las últimas tres décadas y que lo hará aún más en las próximas tres hasta concluir su primera mitad. La convergencia creciente entre una Rusia fortalecida con la gran potencia económica China, frente a un presidente estadounidense adverso a la democracia e institucionalidad en Estados Unidos y el mundo, ha dividido y debilitado a su país y eliminado su liderazgo democrático, debilitando los derechos humanos, las estrategias y alianzas democráticas, y la contención de los populismos y autoritarismos en el mundo.
Así pasamos del unilateralismo hegemónico del poder estadounidense al derrumbarse la Unión Soviética y el socialismo real, a la disputa económica, comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China; de la globalización y libre comercio ascendentes, al proteccionismo de Estados Unidos con China y con sus aliados del norte y sur del continente americano, y al BREXIT en Europa; de la democracia y el triunfante orden democrático-liberal, al retroceso democrático iliberal liderado hoy por Washington en el Occidente; de la confrontación global con la Unión Soviética y la contención de la Rusia de Putin liderada por Washington, a los exitosos intentos de Rusia hackeando los sistemas informáticos e inmiscuyéndose en los procesos electorales de Estados Unidos; de la institucionalidad y convivencia democrática, transparencia, compromiso con la objetividad y la búsqueda de la verdad, a su negación y a las miles de "noticias falsas", violaciones de leyes, linchamientos mediáticos e impunidades diversas en Estados Unidos, encabezados por el mismo presidente.
Lo mismo puede preverse en la batalla entre las fuerzas democráticas de Latinoamérica representadas por el Grupo de Lima y las fuerzas del Castro-Chavismo respecto a la evolución de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, y otras naciones de Latinoamérica y el Caribe, dentro de una correlación de fuerzas interamericanas reequilibradas desde la llegada a la presidencia de López Obrador en México y de los Fernández en Argentina.
Con su ejemplo, apoyos y omisiones, Washington fortalece y potencia el autoritarismo de un mundo-jungla de matones donde el desorden y la impunidad ganan terreno aceleradamente, y donde el jungla de matones pareciera convertirse en el comportamiento obligado de naciones, familias y personas cada vez más indefensas a lo largo y ancho del mundo entero. “Líbrese quien pueda”
Sí. Henry Burgos lee en LPG y comenta.
Aquí en un pedacito de Tierra donde está el PRINCIPITO- PULGARCITO; apenas contemplamos la realidad. Pero los efectos llegan como olas: Caravanas huyendo, Mareros destrozando familias en todo Nequepio.  ¿Quién puede salvarnos?

Así lucen los cambios de poder y tendencias globales al comenzar la tercera década del siglo XXI (Washington D.C., 25.12.2019). Arene, Henry Comenta.
ESCOBAR GALINDO OPINA. LPG.
Nos encontramos a las puertas de 2020, un año que se inicia con un juego de factores que no se habían visto en los años precedentes, desde la misma puesta en acción de la posguerra que inició en 1992. Y esto, por su propia índole de perspectiva con múltiples interrogaciones e inquietudes, requiere un tratamiento especial. La disyuntiva de entrada es: ¿Optimismo o pesimismo? Aquí entra en juego la tendencia que predomina en cada quien; pero al tratarse de un acontecer nacional, hay que poner sobre el tapete lo que ha sido la actitud de los salvadoreños en el curso del tiempo. En otras épocas anteriores, cambiar el giro de las dinámicas nacionales parecía imposible desde los ámbitos populares; pero aun así, los salvadoreños fuimos dando señales de sabia percepción sobre lo que acontecía y sobre lo que debería pasar.

Y la mejor prueba de ello fue la guerra de los 12 años. Hagámonos aquí una pregunta de alto poder ilustrativo: ¿Cómo fue posible que en esa guerra donde cada una de las fuerzas en conflicto contaba con el apoyo pleno de una de las grandes potencias de la era de la Guerra Fría –Estados Unidos y la Unión Soviética— ninguna de esas fuerzas pudiera alzarse con la victoria militar? Para mí sólo hay una respuesta: porque el pueblo salvadoreño no se volcó masivamente a favor de ninguna de ellas. Muestra perfecta de visión histórica impecable.

Hoy estamos en un nuevo escenario, con relevo de actores y con un argumento que se abre a las posibilidades posmodernas. Entonces, la percepción por aplicar y las expectativas por activar deben corresponder al momento en todas sus manifestaciones. No se vale esconderse en los hoyos del pasado ni escudarse en los argumentos obsoletos. La clave está en responderle al tiempo con sinceridad y con voluntad. Seamos optimistas sin ser ingenuos; seamos analíticos sin ser obsesivos; seamos expectantes sin ser negadores... El futuro también es nuestro.

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