jueves, 3 de diciembre de 2020

AVENTURAS EN EL RIO JIBOA. SAN PEDRO NONUALCO.

 


EL GARAÑÓN Y LA YEGUA: ¡Instintos desbordantes¡

UN DÍA DE MI INFANCIA EN JIBOA. 1957

EL RIO SALTARÍN Y MÁGICO

Se habían hecho los preparativos para el viaje un día antes. Tortillas para tostar, frijoles sancochados, café para calentar. El viaje a pie. A 8 kilómetros de SAN PEDRO NONUALCO.

El día llega. ¡Qué felicidad ¡Al rio Jiboa en Semana Santa. Es sábado de Gloria y después de cumplir con los ritos católicos: Santo Entierro recorriendo las principales calles empedradas del pueblo, hay que Divertirse sanamente.

El lugar era paradisiaco: aguas claras del rio Jiboa corriendo entre piedras produciendo una sinfonía de sonidos naturales. El agua se escapa entre las piedras, saltando y bajando como un niño travieso.  Comenzamos a oír la sinfonía del Jiboa a medida que bajábamos el último kilómetro a la poza de EL RON RON. Este nombre por el estruendo del rio al llegar a la poza principal donde nos bañaríamos.  En medio de potreros y en senderitos, saltando piedras pasamos por el rio frio. Cañada de agua cristalina que se desliza en peñones, haciendo cascadas graciosas.

En guinda corriendo grupo de niños y adultos disfrutando la belleza de la naturaleza. Se divisa al fondo San Juan Tepezontes –cantón los Laureles- . Los peñones colorados que es donde tienen sus nidos los sopes. En las cuevas a gran altura donde no llegan los humanos.

“No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
ésta cumbre es el reino del SOPE y las peñas...” A. Espino

 

Presurosos buscamos entre las peñas y arbustos el desvestidero natural para ponernos la calzoneta para el baño.

- ¡Me espiné

- ¡Yo también, dijo otro niño. En el camino al agua del rio. Las piedras calientísimas por el sol; no nos pudieron detener y … ¡al Chapuzón¡.

Toda la mañana en las posas bebés y pozas hondas. Los ojos rojos de tanta agua. Nos llaman de la enramada para el almuerzo. No nos queremos salir. El agua es rica.

UN DRAMA NATURAL

El Garañón y la Yegua. Instintos desbordantes.

Descansábamos en las hamacas bajo la sombra de los árboles, después de alborzar rico con mucha hambre.

 Se oyen un relinchar fuerte del garañón – caballo macho. No capado- … ¡Alarmantes ¡Todo mundo se da cuenta. El caballo se estremece y con su pata golpea el piso de polvo, levantando la polvazón. El animal continúa enviando su mensaje de voz a los vientos. Se oye a un kilómetro de distancia. Los instintos sexuales le han visitado. Las hormonas alborotadas. Alguien grita: Suelten al garañón se quiere pisar la yegua. Un hombre sale corriendo con machete en mano y va a cortar el lazo que tiene amarrado al caballo garañón a un arbusto.

El caballo sale escupido en busca de la yegua que le espera con dos sabrosas patadas. La hembra Se alza en dos patas delanteras y dispara otra vez contra el macho. El macho mas hace bulla con su trompa y busca con su trompa la crin – pelo-  de la yegua. No puede. La yegua está amarrada y no puede huir. Suelten la yegua, dice alguien, se puede ahorcar. Alguien corta el lazo y las dos bestias quedan en manos de sus instintos.

 El relincho del caballo aumenta y arremete contra su amada. Ella arremete con patadas salvajes. Por fin el caballo sube en dos patas sobre las nalgas de la yegua y afinca con su trompa la crin de la yegua. La yegua se aquieta. El caballo excitado saca su pene, grande como un bate de beisbol. La mece hacia arriba y hacia abajo, buscando la vulva de la hembra. La hembra ha aceptado el reto del macho y hace a un lado su cola para facilitar la penetración. Por fin, después de varios intentos de vaivén, acierta ubicando su pene en el centro de la vulva. En un solo envión y con toda su fuerte arremete hasta lo profundo de la vagina. Un solo entrón, No hay más. Al salir derrama exceso de semen al suelo. Como engrudo. Mis ojos abiertos para no perderme ningún momento del show de la naturaleza.

Estaba presenciando la ESCUELA DE LA NATURALEZA. El accionar de los instintos: “Ya se me paró la paloma”, dijo Carlos Prieto de 12 años al ver la escena. Yo tenía mi guinellito erecto y traté de disimular a mis 7 años de edad. La escuela de la reproducción y el deleite estaba frente a nosotros en pleno accionar.

Así es la naturaleza: ¡Desnuda ¡No hay nada que esconder. Somos productos de miles de años de evolución y de sexo.

MARIBEL, LA YEGUA DE VIRGILIO

Yo iba con la yegua Maribel al ojo de Agua – Virgilio,16 AÑOS- , mi hermano la había comprado para una temporada de café. Iba a acarrear café del volcancito para pagarla. Costó 70 colones. Yegua blanca y alta, elegante- Me alcanzó Balmore, mi primo de 9 años y compañero de escuela primaria en 3º grado, venía montado en un garañón y el macho desde que vio a Maribel comenzó a relinchar.

-          Mirá Quique, el garañón se quiere pisar a tu yegua. Soltémoslos, me dijo, para que se la pise – sexo-

-          Yo venía a pelo a darle agua a Maribel al Ojo de Agua. A 1 kilómetro de San Pedro Nonualco y a 500 metros del Cabral, finquita familiar donde nos habíamos venido a vivir, después de vivir enfrente de la alcaldía del pueblo,  antes de vivir en el calvario.

-          ¡Mirá como le hace la pupusa a tu yegua¡, quieren pisar los dos, me dijo Balmore.

Miré la vulva de la yegua y pulsaba. Derramaba líquido oscuro. Me puse nervioso porque el garañón  seguía relinchando fuerte. Estábamos en el plan del zapote en medio de cafetal de propiedad de mi familia.

-          Bájate y quítale la montura a tu bestia, le dije.

-          De acuerdo.

Con mucho cuidado se bajó del animal, la desensilló y la soltó. Yo me bajé de Maribel y los soltamos a la aventura de la vida.

El coloquio comenzó con relinchos, mordidas y patadas. Las dos bestias al fin se entendieron y tuvieron un momento de orgasmo animal. Yo perplejo, aprendiendo. Era la escuela de la vida salvaje.

“Mas el alma simple de la bestia es pura”. Rubén Dario

INFANCIA MODERNA

Lo que antes se nos escondía como sucio, malo. Hoy los niños lo ven con un solo clic en su teléfono smart pone o androit.

 

RETORNO FEÍZ

“Qué asco y que tristeza”… - Parte del poema de Alfredo Espino, Ascensión- Comenzar a subir, después de un día inolvidable. Danza con las aguas entre millones de piedras simétricas de todo tamaño arrastradas por la gravedad hacia el gran océano Pacífico. Santa María Ostuma se asoma en la otra loma, Luego San Juan Tepezontes. Mientras el rio Jiboa arrastra agua desde la desembocadura del Lago de Ilopango.

“Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas...”

Alfredo Espino

Dos horas de camino a San Pedro Nonualco a pie, de regreso al pueblo amado. Arribamos sudoroso, pero FELICES. Este viaje lo hice en carrete, a pie y caballo. Era anual para las fiestas de Semana Santa.

Gratos recuerdos de mi infancia.

KIKE BARILLAS

 

 

 

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