Cristiano se ausentó de la Iglesia porque el pastor
predicaba lo mismo: Regaños, teología arcaica de Pedro Picapiedra y aburrido.
El pastor le visita en su casa en invierno nevado. Cristiano
le recibe amable sin mencionar la razón de su ausencia en la iglesia. Evita
decirla.
Encienden la hoguera y hablan de noticias mundiales y Covy20
, POR buen rato. Los temas se agotan
mientras avivan el fuego de la hoguera. Es Navidad. Afuera neva.
Un leño saca de la hoguera y lo aísla del fogón, El
pastor. La flama baja y se pierde el
brillo de la madera encendida.
-
Se va
apagar si no regresa junto a los otros leños. Afirma el pastor. Sin
hablar le daba una lección ilustrada
-
El pastor
se despide y regresa el leño al fogón. El madero vuelve a la vida comunitaria.
Cristiano amablemente agradece visita. En silencio medita.
-
Un leño verde en medio del fuego, agarra fuego.
Echa humo y prende, dice el pastor al despedirse.
Por muy sabias, entendidas y académicas, las personas que se
aíslan de sus vecinos o grupos humanos ; apagan la alegría de la vida.
El amor se apaga como el leño aislado de sus familiares,
cristianos y amigos. La lejanía mata. Koinonía, amor fraternal, Une, alegra y
se disfruta en armonía.
La hoguera se vuelve brasas, luego cenizas y por fin nada
con el tiempo.
En la sociedad la unión hace la fuerza. El humano es
gregario desde su infancia. No hay democracia ni iglesia perfecta. Sociedades
mundiales se aúnan para mejorar: AA, Alcohólicos Anónimos, UN, Naciones Unidas,
OEA, iglesias. Objetivo común: Mejorar la vida. Combaten enfermedades y Medio
Ambiente. Salvan biodiversidad. El Planeta Habla.
Traducido, ampliado y adaptado
del inglés por Enrique Barillas. Henry Writer Burgos. Virulandya Truchosalva. -
11.12.20
Paulo Coelho,
escritor brasileño más leído sobre la Tierra ahorita.
Paulo Coelho
(Río de Janeiro, 1947) Narrador, periodista y guionista de
televisión brasileño. Humanista polifacético, Paulo Coelho se ha adentrado con
éxito en mundos tan dispares como el de la música, la prensa, el teatro o la
televisión, aunque su nombre haya quedado definitivamente consagrado en el
ámbito de la narrativa contemporánea, género que ha enriquecido con una de las
novelas breves más importantes del último cuarto del siglo XX: El alquimista.
Hijo de una familia acomodada, Paulo Coelho recibió una
esmerada educación primaria y secundaria a cargo de los jesuitas, de donde pasó
a cursar estudios superiores de derecho. Pero, alentado desde muy temprana edad
por una marcada vocación literaria, abandonó estos estudios universitarios para
dejarse llevar por su pasión por la escritura y dedicarse a cualquier actividad
que le permitiría estar en contacto directo con la creación literaria.
Así las cosas, durante algún tiempo ejerció la docencia como
profesor de teatro, ocupación que fue alternando con sus primeras composiciones
de letras musicales para grupos de samba y bossa nova. En estas letras de Paulo
Coellho se aprecia nítidamente un influjo de distintas corrientes espirituales
puestas en estrecha relación con los postulados del movimiento hippie de los
años sesenta. Años después (desde 1974 hasta 1981), sus aficiones y saberes
musicales le llevaron a aceptar un puesto de ejecutivo en la casa discográfica
Polygram. Anteriormente, Paulo Coelho había ejercido también el periodismo,
dedicación que culminó en una etapa al frente de la dirección del periódico
Express Underground.
Mientras desempeñaba estas variadas actividades, Coelho no
abandonaba su empeño de convertirse en un escritor consagrado. Finalmente, el
empujón decisivo le llegó en 1981, cuando viajó a Holanda en compañía de su
esposa para entablar contacto directo con un misterioso personaje, Jean, que a
partir de entonces se convirtió en su maestro y empezó a ejercer sobre el
escritor brasileño una influencia similar a la que deja en sus acólitos un guía
espiritual.
Jean introdujo a Paulo Coelho en la hermandad RAM (Regnum
Agnum Mundi), una especie de orden religiosa de confesión católica, que hunde
sus orígenes en la España medieval. A partir de entonces, Coelho, que fue
nombrado caballero de dicha orden, comenzó a prodigar sus visitas a España, que
dieron por fruto su primera aportación destacada a la narrativa universal. Se
trata de El diario de un mago, obra en la que relata las peripecias de su
propia peregrinación hacia Santiago, en busca de una espada que representa el
máximo poder en su mistérica hermandad.
Poco tiempo después, Paulo Coelho volvió a los anaqueles de
las librerías con una narración breve titulada L'Alchimista (El alquimista,
1988), en la que presentaba a un pastor que, siguiendo el dictado de sus
sueños, parte de Andalucía para adentrarse en la soledad del desierto.
Escrita en apenas quince días, El alquimista se convirtió de
inmediato en uno de los mayores éxitos contemporáneos de la literatura escrita
en lengua portuguesa. Fue traducida a numerosos idiomas (en la actualidad, hay
más de veinticinco versiones en otras tantas lenguas), y durante muchas semanas
batió todos los récords de permanencia en las listas de los libros más vendidos
de Brasil, Francia, Italia e Israel. En España, la obra despertó tanto interés
que, a los diez años de haber aparecido, ya había alcanzado prácticamente las
cincuenta reediciones; y en todo el mundo se vendieron, durante el decenio que
va desde 1988 hasta 1998, unos diez millones de ejemplares.
La crítica literaria universal, admirada no sólo por la
calidad de El alquimista, sino por la sorprendente circunstancia de que Coelho
se hubiera convertido de repente en el escritor hispanoamericano que más libros
vendía en todo el mundo (después de Gabriel García Márquez), no escatimó sus
elogios a la hora de situar esta obrita a la altura de otras piezas maestras
del género, como El Principito de Antonie de Saint-Exupéry o Juan Salvador
Gaviota, de Richard Bach.
En efecto, tanta fue la repercusión de El alquimista, que en
1994 fue considerado como "El libro del año" por la Library
Association de Estados Unidos, y en mayo de 1996 fue finalista del prestigioso
premio Ennio Flaiano de narrativa. Pocos días después (el 2 de junio de 1996),
su autor fue distinguido con el premio Crinzane Cavour, uno de los galardones
internacionales más importantes de nuestro tiempo. Además, en el mes de abril
de aquel mismo año Paulo Coelho había sido reconocido en París con las
insignias de Caballero de las Artes y las Letras Francesas.
Además de El alquimista, el escritor brasileño también es
autor de otras obras que han merecido el reconocimiento unánime de la crítica
universal. Entre ellas, resulta obligado destacar Brida y, sobre todo, A
orillas del río de piedra me senté, donde mezcla los ingredientes propios de la
novela amorosa y la literatura de viajes para reconstruir una bella aventura de
iniciación situada en el marco incomparable del Monasterio de Piedra. En 1996,
esta obra de Coelho (que, conocido en su país natal como el "mago das
letras", ha desplazado a Jorge Amado del primer puesto entre los autores
brasileños más vendidos) se convirtió en el ejemplar más comprado en la
decimotercera Bienal Internacional del Libro de Sao Paulo.
Sin embargo, no paró aquí el éxito de Paulo Coelho, ya que a
un nuevo relato de sumo interés, titulado El don supremo de Henry Drummond,
añadió en 1996 una bellísima recreación basada en un pasaje del Antiguo
Testamento, aparecida bajo el título de O Monte Cinco. La acogida de esta nueva
obra de Coelho fue tan espectacular en todo el mundo, que en tan sólo dos
semanas se agotó su primera edición, compuesta por cien mil ejemplares. El 14 de
febrero de 2000 presentó Verónika decide morir, una novela sobre la locura, que
nada más salir en Brasil vendió 1,5 millones de ejemplares. Dos años más tarde,
el 25 de julio de 2002, ingresó en la Academia Brasileña de las Letras (ABL).
El autor y académico carioca eligió la primavera de 2003
para lanzar a las librerías Once minutos, la novela más erótica de su aplaudido
catálogo creativo. Entre otros reconocimientos, Paulo Coelho fue nombrado en
Francia Caballero de las Artes y las Letras (1996) y Caballero de la Orden
Nacional de la Legión de Honor (2000), en el mismo país, y obtuvo el Premio
Internacional Flaiano (1996) y el Premio Literario Super Grinzane Cavour
(1996). Además, es consejero especial de la Unesco para el programa de
convergencia espiritual y diálogos interculturales.
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